Los 20 mandamientos del squash

Quiero compartir con ustedes un excelente artículo sobre esto de ser “caballero” cuando se juega al squash. Siempre escuchamos que éste es un valor característico de nuestro deporte, pero lamentablemente en muchas oportunidades lo traicionamos con nuestras actitudes.

Como curiosidad adicional, el artículo fue escrito por Mick Joint, un gran jugador australiano de squash que con más de 23 años de experiencia como jugador profesional y entrenador, ha desarrollado parte de su carrera deportiva en Argentina entre 1990 y 1993, para luego emigrar a Europa y otros lugares del mundo y terminar en la actualidad al frente del DAC (Detroit Athletic Club) en USA.

El artículo lo leí originalmente en un post de nuestro buen amigo Esteban Casarino y luego fue traducido del blog personal de Joint. Pueden leer el artículo original en el siguiente link: http://thesquashjoint.blogspot.com.ar/2010/07/let-it-be.html

Espero les guste y se sumen a la iniciativa que propone el DAC:

“LET” IT BE
Mick Joint

Todos lo sabemos: El squash es un deporte brutal. Es duro para el cuerpo, cruel para los pulmones, desafiante para la mente, pero de alguna manera cuando todos estos aspectos se funden juntos, es tremendamente eufórico y adictivo. Sufrimos por la agonía de la falta de oxígeno, la miseria en la acumulación de ácido láctico, la tortura del dolor en los músculos y las articulaciones, etc., etc. Sin embargo, por mucho que admitamos que somos adictos al squash, el tema sobre el que la gran mayoría se queja más que de cualquier otra cosa es… el arbitraje.

Nunca veo mayor indignaron entre sí que cuando se discute sobre el canto de un “Let”. Como prácticamente todos los partidos en el DAC (Detroit Athletic Club) se juegan sin árbitro, a menudo me llaman para colaborar en una decisión sobre una situación que ni siquiera he visto, en base a los testimonios “sesgados” de ambos jugadores, que al plantear sus posiciones no pueden siquiera ponerse de acuerdo en la posición que tenía cada uno en la cancha en el momento de la interferencia ni mucho menos respecto de dónde estaba la pelota. Los conflictos del tipo “él dijo, ella dijo” son literalmente imposibles de resolver, sobre todo cuando ambos jugadores son tan tercos como mi mujer, cuando insiste en ponerle brócoli a todas las comidas. Y esto ocurre en los partidos amistosos tanto como en los torneos.

En última instancia , la única solución a este “dilema” recae en nosotros, los jugadores. Las reglas “no escritas” del squash son las únicas aplicables en este caso, la “etiqueta” tiene que hacerse cargo, la honestidad debe pasar al primer plano y el compromiso es un requisito primordial. De lo contrario, el jugador capaz de gritar más fuerte y durante más tiempo, es quien siempre termina ganando.

Todo jugador sabe cuando su oponente está en el camino y le impide hacer un tiro “normal”. Cuando tienes que contener el swing, rodear completamente al adversario o cambiar la dirección de un tiro, de alguna manera algún tipo de interferencia se ha producido. Si hubieras sido capaz de realizar una buena devolución a no ser que el oponente hubiera interferido, al menos deberías tener razonablemente el derecho a un “let”. Cuando por el contrario eres tú quien causa la interferencia argumentando que no ha sido así, la cuestión carece de todo sentido. Difícilmente tu oponente hubiera pedido “let” si no pensara que estabas en el camino. Así, la “discusión” se debate entre un “let” o un “stroke”.

Con esto no me estoy refiriendo a las reglas “escritas” del squash -para aprender más acerca de las reglas “de verdad”, llevaré a cabo una clínica sobre arbitraje a finales de septiembre. Me refiero en realidad a tratar de evitar las acaloradas discusiones que tienen lugar en la cancha todo el tiempo, que a menudo causan malos sentimientos y que dejan luego un mal sabor en la boca.

El squash es lo suficientemente despiadado sin la carga adicional de tener que hacer toda una cuestión por una discusión al finalizar un rally. Incluso si la interferencia es leve, la “etiqueta” del squash exige que lo caballeroso sería ofrecer a su oponente un “let” e incluso, si la interferencia es lo suficientemente obvia o importante, un “stroke”. Tu oponente (a quien suponemos honesto) aceptaría una cosa o la otra según su punto de vista y hasta incluso rechazaría un “let” por completo si pensara que no lo merece. Emplear esta táctica “preventiva” por así decirlo – debería eludir la aparición de futuras disputas, que de lo contrario podrían ocurrir. En general, este compromiso se logra rápidamente y sin “dolor”. Tal vez en alguna situación puedas pensar que te “robaron” el punto, pero siempre es bueno entender que la forma de ver las circunstancias desde tu punto de vista rara vez coincide con la forma de ver de tu oponente. ¿Qué te hace pensar que es la tuya la perspectiva correcta?

Desde mi propia experiencia personal, jugando con otros profesionales, esto es algo que practicamos todo el tiempo. Casi hasta el punto de ser demasiado generosos, pero esto mantiene el juego fluyendo en armonía, previene los conflictos y promueve la camaradería. Así, yo siempre puedo contar con que mi oponente me ofrezca repetir el punto cuando la oportunidad se presenta. Porque nadie quiere jugar contigo si actúas como un niño de cuatro años cada vez que se presenta una discusión por un “let”.

La foto adjunta, es una lista de los 20 Mandamientos de Etiqueta del Squash del DAC:

(N. de R.): Como está en inglés, traducimos a continuación los mandamientos:

Siempre:
1. Preséntese a jugar a tiempo.
2. Si tiene que reprogramar el partido, informe al oponente a tiempo.
3. Use lentes de protección.
4. Choque las manos antes y después de un partido.
5. Ofrezca siempre un “let” o un “stroke” cuando obstruya el juego.
6. Cante sus dobles piques, dobles golpes, malas, fueras y bajas.
7. Comprometa un “let” frente a una disputa por una jugada.
8. Sea cortés tanto en la victoria como en la derrota.
9. Respete el juego y su oponente.
10. Aliente a quienes no cumplen estas reglas, a que lo hagan.

Nunca:
11. Pida un “let” si ha jugado un mal tiro.
12. Omita ofrecer un “stroke” si no fue capaz de evitar la interferencia.
13. Pida “let” si no es capaz de realizar una buena devolución.
14. Fabrique un “let” si no es capaz de alcanzar la pelota.
15. Realice un swing excesivo rehusándose a reducirlo en el futuro.
16. Abandone la cancha sin agradecer a su oponente.
17. Blasfeme o grite.
18. Omita desocupar la cancha si ha sido reservada por otros.
19. Haga abuso de cancha o de raqueta.
20. Ponga excusas ante un mal juego.

¿Sentido común? Claro. Pero estoy seguro que todos han visto en un momento u otro, al menos, una de estas reglas rotas. ¿En qué medida eres tú culpable?

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